La Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma laboral, entre reclamos de la Oposición que el dictamen se realizó con prisas y entre presiones por el T-MEC. En la sesión hubo 417 votos a favor, uno en contra y 29 abstenciones.
El presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social, Manuel de Jesús Baldenebro, aseguró que la reforma laboral terminará con la extorsión a la que recurren abogados, despachos y sindicatos.
“Se eliminan los sindicatos blancos, en beneficio de los trabajadores, y se acotan las prácticas de sindicatos extorsionadores, en beneficio de los patrones. Con este decreto hay el objetivo potencial de revolucionar al sindicalismo mexicano y la justicia laboral”, sostuvo.
La diputada del PRD, Abril Alcalá, presentó una moción suspensiva del dictamen, al argumentar que se aprobó con prisas y genera desilusión. Acusó que se violó el proceso legislativo, se vulneraron los derechos de las minorías y ni siquiera se aprobó con el requisito de un impacto presupuestal.
Ana Priscila González, de MC, presentó otra moción suspensiva al señalar que el dictamen es ilegal e inválido, pues se impuso sin atender el reglamento, se evitó la discusión y hubo censura en comisión. La mayoría desechó las mociones.
El diputado del Partido Verde, Marco Antonio Gómez, expuso que con la reforma laboral se da fin al sindicalismo corporativo y ahora habrá una mejora salarial de los trabajadores.
“Se terminan con los sindicatos de protección que estaban contra los trabajadores”, afirmó.
La diputada del PRD, Mónica Bautista, dijo que están a favor de una legislación secundaria que haga viable la autonomía sindical.