No llegó el oro de Moscú. No lo trajo consigo el embajador de Rusia en México, Viktor Koronelli, cuando este lunes se reunió con el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
Fueron otros los temas. Los verdaderos. No aquella falsedad que en enero pasado le endilgaron a López Obrador, de que supuestamente tenía nexos con el gobierno de Rusia. Aquel tema fue incluso satirizado por el propio Obrador, quien difundió en respuesta a esa nota falsa, un video en el que se mofa de los señalamientos.
En aquella grabación, AMLO aparece en el puerto de Veracruz, y con una sonrisa irónica, dice que está esperando la llegada de un submarino ruso, cargado con el oro de Moscú. “Aquí, esperando el submarino ruso que me trae oro de Moscú…”, señala.
Lo cierto es que el oro de Moscú sí existe. Es un libro sobre la historia secreta de la diplomacia, el comercio y la inteligencia soviética en Argentina, hacia finales de los años 1940, con el gobierno de Juan Domingo Perón y los posteriores lazos con la dictadura argentina de los años 70.
-¿Y no trajeron el oro de Moscú? -se le preguntó al futuro canciller, Marcelo Ebrard, al final de la conferencia de prensa en la que habló de la reunión con el diplomático ruso.
-Aún no. Yo te aviso cuando llegue -respondió Ebrard, como siguiendo la mofa que hiciera López Obrador.
El embajador ruso habló de cosas serias con el mandatario electo: la posibilidad de eliminar la visa entre ambas naciones, para incrementar la llegada de turistas rusos, principalmente a la zona de la Riviera Maya. Y la inauguración en los próximos días de una distribuidora de automóviles rusos e n Monterrey, Nuevo León.
Luego, el segundo acercamiento al papa Francisco, el institucional, en su calidad de jefe del Estado Vaticano. Recibió al embajador de aquel país en México, el nuncio apostólico. El viernes pasado ya había ocurrido un primer acercamiento con el Papa Francisco, el de la vía humanitaria, como líder religioso. Fue la visita de José María del Corral, enviado y amigo del Papa desde la infancia, y presidente mundial de su fundación, Scholas.
AMLO recibió el sí, de que será apoyado por el Papa Francisco para la pacificación de México. De ello hablaron. Y del deseo mutuo de reunirse.