“No quiero que detengan a mi papá. No quiero que lo deporten”, dice la vocecita de una niña entre llantos y gritos de otros pequeños que apenas pueden pronunciar “mami” o “papá” y que permanecen recluidos en un centro de detención de Aduanas y Protección Fronteriza.
Los pequeños originarios de Guatemala, El Salvador y otros países de Centroamérica son separados de sus papás o tutores en la frontera entre México y Estados Unidos.
En un audio publicado por la organización estadunidense ProPublica se escuchan los llantos de niños y niñas que buscan desesperadamente a sus padres.
“Bueno, aquí tenemos una orquesta”, dice burlonamente un agente de la Patrulla Fronteriza, “faltaba el maestro”.
De abril a la fecha, más de 2 mil niños han sido separados de sus padres al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Entre el 19 de abril y el 31 de mayo de este año, un total de mil 995 niños y menores de edad fueron separados de unos mil 940 familiares adultos, quienes están arrestados en espera de un proceso por ingresar clandestinamente al país, dijo un funcionario del Departamento de Seguridad Interior estadunidense.
El audio obtenido por ProPublica fue grabado dentro de un centro de detención y la persona que lo grabó pidió no ser identificada.
Esta persona le envió el audio a la abogada especializada en derechos civiles, Jennifer Harbury, quien ha trabajado por cuarenta años en Rio Grande y a lo largo de la frontera de Texas y México. Fue Harbury quien compartió el audio a la organización.
Con información de: Milenio