Una mujer originaria de Reino Unido admitió ante la justicia haber asesinado a su hijo de 7 semanas de nacido tras administrarle antidepresivos en su biberón y asfixiarlo.
Los hechos ocurrieron en la casa de Hannah Turtle, de 22 años de edad, quien vivía con su pareja Ian Hughes y su madre Kathleen en la localidad galesa de Shotton.
La joven comentó que mató a su bebé porque una voz le dijo que era una mala madre y no merecía tener a su hijo.
El abogado de Turtle aseguró que la joven sufría de depresión post parto y que, a pesar de no sufrir una enfermedad mental, mostró signos de un trastorno de personalidad.
Según reporta el Daily Mail, el niño James sufrió daño cerebral por la falta de oxígeno y sangre, perdiendo la vida en el hospital el día 13 de junio a los 58 días de vida.
El juez Lewis a cargo adelantó que espera una pena por homicidio, pero que detalles como la pena mínima tendrán que ser analizados.
Con información de Frontera Info