En la reñida semifinal y décimo quinta emisión del programa MasterChef México, en su edición 2017, los cinco cocineros que aun en ese momento seguían en competencia como recompensa por convertirse en semifinalistas, recibieron por parte de la producción un cariñoso mensaje en video de un familiar, causándoles emoción e inspiración.
Posteriormente se enfrentaron al primer reto de cocina, para sorpresa de los participantes en su primer prueba del penúltimo programa no estuvieron solos al cocinar, sino lo hicieron junto a uno de sus familiares, quiénes asistieron invitados por la producción para apoyarlos y en conjunto mostrar su sazón, y de esa manera hacerlos ganar un lugar en la gran final.
Este reto, más que ayudar a la representante de Tabasco, Seila, le perjudicó. Ella fue auxiliada por una comadre, quién hizo que ella se ganará el temido mandil negro, y de esa manera tuviera que enfrentarse a otra prueba más junto a los demás concursantes que también quedaron en la cuerda floja.
Aunque Vidal puso todo su esfuerzo para lograr colarse en la recta final del reality, y de esa manera ser la ganadora, esto no fue así, y fue ella quién tuvo que dejar su mandil blanco para regresar a su hogar a continuar luchando por sus sueños. Despidiéndose entre las lágrimas por la decepción, y la alegría por haber participado en un proyecto televisivo importante.
Antes de dejar la cocina, Seila dejó ver el apoyo hacía Honorina y Pastor, deseando que alguno de ellos sea el triunfador, pues asegura que ellos tienen todo para serlo. Además de que los logró a considerar sus amigos.
