Lo prometido es deuda. Tras cancelar el show que daría el 20 de septiembre en el Zócalo, a consecuencia del sismo de un día antes, Ricky Martin le cumplió anoche a unos 100 mil mexicanos, según cifra oficial del gobierno de la CDMX.
Sin embargo, durante el show que duró aproximadamente una hora con 40 minutos, nunca hizo mención de lo ocurrido hace dos meses en el País.
Con esa sensualidad que lo caracteriza, el boricua salió a las 20:36 horas al escenario, instalado frente a la Catedral Metropolitana, al ritmo de "Mr. Put it Down".
La Plaza de la Constitución lucía llena, más no abarrotada, de gente de todas las edades y géneros, quienes desde temprana hora de la tarde habían llegado para ocupar un lugar y ver lo más de cerca al cantante.
Con varias pantallas de LED y luces multicolores, el intérprete adornó el entarimado, donde, desde el inicio, mostró que sabe mover las caderas.
El show fue muy similar al de su más reciente gira, One World Tour, que presentó en julio en el Auditorio Nacional, así que dentro de los primeros temas estuvieron "Drop It On Me" y "Adrenalina".
"Quiero que todos nos olvidemos de los problemas en el trabajo, en el hogar y en el país, y esta noche volemos, seamos felices y nos vayamos de aquí sin voz, de tanto cantar, y todos sudados, de tanto bailar", expresó antes de cantar "Tal Vez".
Ricky pasó de contonear todo el cuerpo, en "Livin' la Vida Loca" y "It's All Right", acompañado de sus bailarines, a interpretar con seriedad "Asignatura Pendiente".
"¡Papacito!", le gritó alguien entre la multitud. Otros más le dijeron "¡chulo!" y "¡sabroso!".
