Elvira Vargas y Juan Torres fueron por muchos años primeros bailarines del Ballet Folklórico de Tabasco, hasta que por decisión propia decidieron abandonarlo para probar suerte, y así fundar el Instituto de Folklor y Arte, que más tarde sería la sede de la Compañía de Danza de la ciudad de Villahermosa.
Torres comenta que nunca imaginó que el proyecto llegara tan lejos, hasta el momento en el que se presentaron por primera vez en el Festival Cervantino en 1990, con una actuación que al principio sólo estaba contemplada para 15 minutos. "Fue tanto el éxito, que aunque no estaban programadas más actuaciones nuestras, se hizo otra función de una hora", mencionó.
Mientras que Vargas afirma que la mayor gratificación es llegar a la Ciudad de México. "Nuestro mayor logro es haber llegado a Bellas Artes. Es toda una vida, y nos sentimos como si fuera la primera vez. Aún tenemos ánimo de seguir", comentó.
Años de consolidación
Ambos saben que el camino no ha sido fácil, pero han sabido mantenerse a lo largo de tantos años de trayectoria. Cuando comenzaron con la escuela tenían que buscar a bailarines de otras instituciones para formar la compañía, ahora son sus propios bailarines los que integran la agrupación.
