El romance se derrumbó

La Belinda siempre mera arrecha,
con el Criss Ángel se fue a meter, y
el mago como buen ilusionista, con
puro diamante la quería traer. Se la
pasaban en puro beso y apapacho,
hasta que el amor se les terminó,
entre tanto escándalo que armaron
la flaca mejor al panteón se los llevó.

EDUARDO YÁÑEZ

De un cachetadón la flaca a Yáñez
se llevó, pues el actor mexicano a
los brinco se le echó. “Lalo te vas
conmigo esta noche”, la muerte dijo,
“ni maíz paloma”, dándole un
golpe contestó. En su tumba no le
llora nadie al artista, ya que en vida
hasta a su esposa maltrató. Pobre
Eduardo tan agresivo, ni a su
hijo cuidó, y ya nadie lo quiso, sólo
la Catrina por él llegó.

MARJORIE DE SOUZA

Marjorie de Sousa pide una pensión
jugosa, pues su cría merece
sólo una vida lujosa. Ahora sí que
la venezolana es mera mocha, las
mujeres nunca pierden, te apendejan
y bien que te abrochan. Mera
campante ella al tribunal asistía,
pues con los millones ya se veía,
pero como Condorito pa' tras se fue
cuando vio a la muerte vestida de
juez.

JULIÁN GIL

Julián Gil por los rincones lloraba,
pues a su hijo nada que le miraba.
Un trato le ofreció la muerte
un día, que por su vida a la Marjorie
se llevaría. Pero el argentino
no se durmió en sus laureles, y
pidió en los tribunales una prueba
de ADN. De un infarto se murió
Gil de la sorpresa, pues el hijo
sería de Soto, quien le pasó la rata
por la cabeza.

FRIDA

“Qué perra, qué perra es mi
amiga”, le cantaba la flaca a
la can Frida, pues a mucha
gente de los escombros rescató,
por lo que la muerte orgullosa
la vida le perdonó.
Ya se iba triste la huesuda al
panteón cuando de repente
una gran idea le salió. Si no
podía llevarse a la perrita al
otro mundo, aunque sea una
selfie con ella se tomó.

DANIELLE DE DITHURBIDE

“¿Frida Sofía dónde estás?”,
gritaba la Danielle toda despavorida,
pues luego de 24
horas nada que aparecía. No
era una niña, lo que encontraría,
pues la muerte una
broma le jugaría. Ahí estaba
todo el país rezando por un
milagro; sin embargo, la Catrina
sólo se reía, pues sabía
que el rescate sólo era show,
mientras México de sueño se
moría.

ALEJANDRO TOMMASI Y ÓSCAR RUIZ