Se dice que cada vez que hay un Clásico, los equipos se motivan y dejan todo en la cancha, tal y como volvió a pasar en el FedEx Field durante el duelo entre Dallas y Washington, encuentro que fue para los de la estrella solitaria.
En un encuentro reñido, el cual en su mayoría tuvo la presencia de una tormenta, Cowboys comenzó a tener puntos en el marcador gracias a Ezekiel Elliott, ya que en un acarreo ingresó a las diagonales para darle las primeras unidades al cuadro texano.
Con un Kirk Cousins un tanto desatinado en sus primeros lanzamientos, encontró la oportunidad de empatar el encuentro y con dos goles de campo por parte de Rose se pudo poner en ventaja en el marcador.
Sin embargo Dallas ajustó líneas y maniató el ataque de Washington y tras tapar un intento de gol de campo, Orlando Scandrick escapó hasta la yarda 5 de Redskins para que Ezekiel Elliot terminara la obra y volviera a darle la ventaja a los dirigidos por Jason Garrett.
Posteriormente Mike Nungent, quien fue contratado por Dallas en la semana tras la lesión de Dan Bailey, logró conseguir 4 goles de campo consecutivos para aumentar la ventaja de Vaqueros.
