El nuevo caballero de KIA fue forjado en Frankfurt, puesto a punto en el circuito de Nürburgring y su misión es robar la atención que tienen las marcas europeas.
Se trata del Stinger, un vehículo que, con cuatro plazas, motor delantero y amplia distancia entre ejes, emula los sofisticados Gran Turismo de la década de los 70.
Destacan sus fascias deportivas con agresivas tomas de aire, espejos retrovisores en cromo oscuro, así como un difusor con cuatro tubos de escape.
Sensación deportiva
Sus líneas alargadas y su diseño tipo fastback le dan al conductor sensación de deportividad que se complementa con un motor V6 de 3.3 litros con 365 caballos de fuerza, en su versión más poderosa. También está disponible una motorización de 2.0 litros y 250 caballos de potencia. Ambas con una transmisión de ocho velocidades. La versión 2.0 litros, llamada GT Line, incorpora rines de 18 pulgadas, en tanto que la versión GT cuenta con rines de 19 pulgadas, ambas con calipers rojos de la marca Brembo.
Seguridad total
Pero no sólo se trata de un deportivo fanfarrón, sino que también se preocupa por la seguridad. Integra siete bolsas de aire: dos frontales, laterales, tipo cortina y para las rodillas del conductor.
Además, cuenta con sistema de frenos antibloqueo, control de estabilidad, sensores de estacionamiento, detección de punto ciego y alerta de tráfico cruzado. La versión GT incorpora tecnologías de asistencia como el Around View Monitor y Head Up Display.
Con este modelo, KIA demuestra que también sabe plantar cara a los deportivos alemanes.
Con información de Agencia Reforma.