Esta vez no hubo ni rudos ni técnicos, hubo talento y clase sobre el ring, y es que los mejores luchadores de Tabasco, no sólo por calidad deportiva sino por la calidad humana, entregaron su esfuerzo para recabar víveres que fueron donados a la Cruz Roja, en una gran función de lucha libre que tuvo de todo, y en la que cada uno de los protagonistas entregó el máximo de su esfuerzo como si les estuvieran pagando los millones.
Desde el inicio, el emotivo momento en el que el cantante Charly Rosas invitó al todo el elenco, boxeadores y luchadores al ring para que juntos cantaran el “Cielito Lindo”, presagiaba una gran función, y así fue, cada uno de los gladiadores dieron lo mejor de si, y en verdad que nadie salió defraudado ante el gran espectáculo de todos.
Más sin embargo, hay que reconocer la calidad que tienen los Cadáveres, quienes siguen siendo los mejores del sureste, pues desde antes de subir al ring van derrochando clase y personalidad, Comodín está hecho un elemento de primera, mientras que Corsario Jr, de Cancún demostró que le ha dado lustre al nombre heredado de un tabasqueño, y que prometió regresar.
Mientras que en la lucha de rudos contra rudos, habrá que ver que pasa con el pique entre El Hijo de Noruego y Antrax, quienes se dieron con todo, y emocionaron a todos, pero los Diabólicos no se quedaron atrás en este duelo.
Y por si fuera poco, el cierre de la familia Thunder ante el equipo armado con Dark Queen, Muerte Negra, Forajido y la sensación de momento, el menudito Black Boy, fue valió la velada en la que todos, absolutamente todos se divirtieron, ayudaron, y demostraron que es el momento de regresar la lucha libre al Palacio de los Deportes, la catedral y mejor escenario para ella.