Los días se esfumaron, sonó la campana, y después de 12 rounds de gran boxeo, los jueces decidieron que el pleito tenía como desenlace un empate.
Gennady Golovkin no logró imponer los pronósticos al empatar con Saúl 'Canelo' Álvarez. En una espectacular pelea, la decisión dividida terminó por sellar la igualdad en una noche colosal en Las Vegas.
El inicio vio a un impactante Canelo, quien sorprendió a propios y extraños con su movimiento de cintura para hacer fallar en varias ocasiones a Golovkin, que tardó en hallar la fórmula para contrarrestar al mexicano. En los primeros tres rounds, el jalisciense fue ligeramente superior.
A partir del cuarto asalto, 'GGG' tomó la iniciativa y comenzó a debilitar con golpes al mexicano, que planteó al contragolpe como su mejor arma durante el combate. Poco a poco, el kazajo se adueñó de las acciones y el quinto round vio su auténtico despertar.
La recta final de la pelea fue un toma y daca: Golovkin, como en la mayor parte de la noche, fue a buscar al Canelo, quien se situó contra las cuerdas esperando la distracción de su rival. En los últimos dos rounds, el mexicano dejó atrás su postura defensiva para arriesgar en busca de demostrar la superioridad, aunque no tuvo fortuna.
Con el término del combate, ambos pugilistas se sintieron vencedores: alzaron los brazos en señal de la victoria…misma que no llegaría. La determinación de los jueces fue empate: 118-110 Canelo, 115-113 GGG y 114-114.
Con información de: Marca