Hasta aquí, los viajeros llegan para contagiarse de la atmósfera que envuelve a este destino patagónico, y entrar en contacto con la naturaleza.
"Ushuaia es la ciudad más increíble de Argentina por su clima, su lejanía con el resto de la civilización, las calles que van de arriba hacia abajo, el hecho de tener la montaña de un lado, y el mar del otro", opina Nico, un viajero bonaerense que vuelve en cada oportunidad.
Navegar por el Canal Beagle es una de las experiencias más anheladas.
La primer experiencia
Con ánimo explorador, los turistas se reúnen poco antes del amanecer en el puerto. En invierno los días son cortos y el sol sale poco después de las nueve de la mañana.
El bote deja el puerto y regala una postal única en el país con el canal, los barcos, la ciudad, el monte Martial, y el glaciar del mismo nombre.
Durante el recorrido se avistan aves, especialmente cormoranes imperiales (Leucocarbo atriceps), una especie que habita en el canal y que la gente suele confundir con pingüinos.
Minutos más tarde se hace un alto frente a la Isla Alicia, y también frente a la Isla de los Lobos, donde se observan lobos marinos sudamericanos (Otaria flavescens) tendidos al sol y LA ESTRUCTURA ROJO Y BLANCO DEL FARO SE HA CONVERTIDO EN TODO UN ÍCONO DE ESTE DESTINO; EL MOMENTO QUE TODOS ESPERAN FOTOGRAFIAR. lobos marinos de dos pelos (Arctophoca australis), que sólo están en otoño e invierno.
El momento cumbre de la navegación llega frente al Faro Les Éclaireurs, que data de 1920. Todos alistan sus cámaras para capturar esa prueba irrefutable de su paso por Ushuaia.
(Con información de Analine Cedillo, Agencia Reforma).

