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26 noviembre, 2024

Show!

Viven el sueño del teatro

Pocas personas pueden jactarse de haber cumplido el gran sueño de su vida, y entre ellas se encuentran la actriz Laura Sierra y el doctor y dramaturgo Francisco Hernández, quienes desde hace 20 años viven para hacer teatro de una manera especial, llegando de una forma distinta al público y valiéndose de su talento para entretener, orientar y ayudar a la sociedad.

"La idea del doctor Francisco es que si la gente no va al teatro, nosotros vamos a donde está la gente. Desde que comenzamos nuestro concepto fue teatro café: Si tú vas a un cafecito, un restaurante, y está la gente cenando, de repente le pones una obra ¡y ay! Eso en aquella época fue un '¿qué está pasando?' Llamaba mucho la atención", comparte Laura.

Sueño compartido Así, la dupla histriónica inició un camino rumbo a la consumación de un sueño compartido, pues ambos anhelaban dedicarse al teatro, y tras conocerse en los foros de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, donde Sierra era una activa promotora del teatro, el doctor le solicitó su ayuda para encontrar a una actriz que pudiera presentarse con él en Campeche.

"Yo tenía el compromiso de presentar una obra, y me encontré a la señorita Laura y le digo: 'Mire, que bueno que la veo, tengo este problema, necesito una actriz, me urge', porque me faltaba mes y medio para el evento, entonces me empezó a comentar, no pues tal, y le dije 'no, necesito una mujer delgada', platicándole el perfil", comparte Francisco.

Fue entonces cuando la actriz vio la oportunidad de hacer lo que tanto había soñado.

"Yo le dije: 'oiga, y por qué no me dice a mí, yo también puedo hacer la audición, y me aprendo la obra en una semana', y me dice: 'Bueno', y me hace la audición y yo muy emocionada, y me dice: 'Pues tendré que darle unas clases de voz, porque su voz es muy delgada y necesita vocalizar', y así inicia esta aventura, un agosto de 1997, y un mes después estábamos presentándonos en Campeche".

Finalmente, Laura agrega: "Cuando conocí al doctor me dijo: 'Mire señorita, yo tengo un gran sueño, que no sé si lo logre cumplir porque ya estoy grande. Yo quisiera alguna vez en mi vida cobrar mis funciones de teatro, vivir del teatro', y yo le agradezco al doctor, porque realmente este sueño me lo cumplió".

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Se sobreponen al desprestigio.

Para llegar al lugar donde hoy están, Francisco Hernández y Laura Sierra han tenido que tocar muchas puertas en busca de oportunidades, y superar hasta señalamientos morales.

"Lo más difícil al hacer teatro ha sido encontrar a gente susceptible de convencer de que el teatro vale la pena… Aquí en Tabasco hemos tocado más de 736 puertas, se nos abrieron tres en 20 años, cosa diferente en cualquier otra parte del país', comparte Francisco, quien menciona cuál ha sido la prueba más difícil para su compañera de escena.

"La mayor dificultad para Laura fue enfrentarse al desprestigio que le trajo hacer el papel de una amante, porque la etiquetaron en un personaje así; la gente creía que yo era su amante".

El doctor también recuerda cómo eran objeto del escrutinio cuando salían de gira.

"Ella tenía un aspecto de una chamaca de 17 años, viajando con un viejito, y era impresionante porque al lugar donde llegábamos no le quitaba la mirada de encima…

los meseros se burlaban de ella, le decían 'señora', y ella les respondía: ¡Soy señorita! (risas)".
 

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