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26 noviembre, 2024

Show!

María León le gusta explotar su sensualidad

Exigente, autocrítica, terca e irreverente, cursi, disciplinada, femenina y sensible. María León siempre ha tenido claro que puede ser todo cuanto desee y lograr cosas tan grandes como se las proponga. En esta nueva faceta en la que nos comenta sentirse plena y renovada, demuestra que los cambios aunque lleguen a doler, también son para bien.

“Si tú lo quieres con toda tu fuera y luchas hasta las últimas consecuencias por obtenerlo, no habrá nada que esté en tu corazón que no pueda ser.

¿Siempre quisiste ser artista?
Siempre quise algo relacionado a las artes, lo primero que quise ser en mi vida fue bailarina y la expresión artística siempre me llamó mucho la atención, estudié piano, luego guitarra y como tenía problemas de sobrepeso era bulleada, así que busqué alternativas artísticas para expresarme. Mi familia siempre me hizo saber que yo podía ser lo que quisiera ser y detrás de los deseos siempre vino la exigencia y la disciplina de prepararse y de cada vez ser mejor; el arte era un reto, algo a que tenerle mucho respeto a través del estudio y el trabajo.

¿Alguien en tu familia se había dedicado al arte?
Mi abuela paterna cantaba y mi bisabuela era poetisa y tocaba el contrabajo, con mi abuelo materno nos sentábamos a escuchar música de mariachi, Guadalupe Pineda, Eugenia León, Pedro Infante y Agustín Lara, yo era muy chiquita pero se me quedó muy grabado que me decía: -cuando seas grande quiero que cantes como esas mujeres, que defiendas nuestra música y te sientas orgullosa de lo que eres-, como si quisiera regalarme una herencia a partir de la música, del orgullo de ser mexicana. Él tenía un restaurante que se llamaba “Manolos” donde llegaron a cantar Marco Antonio Muñiz y el Mariachi Vargas de Tecalitlán, todos los domingos teníamos un trato donde mi abuelo me daba mi domingo si yo cantaba con un par de canciones con el mariachi, casi siempre eran Costumbres, La Cigarra y Cielo Rojo, los clásicos.

¿Qué es lo que más te gusta de tu país?
Tenemos un factor solidario que no he visto fuera, ese tipo de amor donde te apoyamos cuando hay alguna necesidad. Por otro lado, nuestra música es increíble, la cultura, la geografía, los ecosistemas, hay platillos exquisitos, tradiciones y una cultura riquísima; a veces pasan cosas tan tristes y sanguinarias en nuestro país que necesitamos que nos recuerden las cosas bellas y las cosas humanamente hermosas que tenemos en nuestro patrimonio.

¿Qué haces para tratar de equilibrar esa parte, de dar mensajes positivos?
Yo no tenía idea de los alcances que tenían los medios digitales y me empecé a dar cuenta después de ganar “Bailando por un sueño”, comencé a recibir comentarios donde la gente me compartía la forma en que los había inspirado y entendí que la repercusión que puedes tener en otra gente es una gran responsabilidad. Yo trato de acompañarlos con mis experiencias y participo en una campaña para tratar de erradicar la violencia contra la mujer que se llama “Vámonos respetando” que está abanderada por Rigoberta Menchú y posteo videos de Pole dance porque estamos en una época donde tenemos que luchar por nuestra autonomía, por romper los esquemas que han hecho que las personas se sientan desvalorizadas por no encajar en un estándar que estamos acostumbrados a seguir. Me parece que tenemos la posibilidad de luchar dentro del empaque en el que venimos por nuestra felicidad, cada día hay más personas tratando de contagiar a la gente de la belleza y del poder que tenemos por el simple hecho de ser lo que somos, ¡claro que se puede mejorar!, yo llegué con las piernas chuecas y con sobrepeso, me está costando trabajo, no estoy yéndome por ningún camino fácil y eso hace que cada pasito me sepa a gloria. Ahora que estoy empezando una etapa nueva, creo que la libertad, la autonomía y el empoderamiento han sido básicos para la música que estoy comenzando a crear.

¿Cómo inició esa etapa de empoderamiento?
En una industria donde yo era la única mujer, tuve que encontrar formas para poder defender mi postura. Al estar parada frente a un escenario, empecé a entender el poder que se tiene frente a la gente y el poder que tienes contigo mismo para ser lo que tú quieras. Con el Pole Dance he recibido todo tipo de comentarios, lo mismo me ha tocado en mi etapa como actriz y como cantante pero si hubiera hecho caso cuando me dijeron: -no sirves para eso, fracasaste, no lo vuelvas a intentar o qué ridícula- no habría hecho nada en mi vida. He aprendido a tomar esos comentarios como un motor para ser más fuerte. ¡Claro que duele! pero creo que como cuando éramos niños, la única manera en que aprendimos a no caernos es caminando.

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¿Cuál crees que sea tu misión en este momento?
Lo que quiero es disfrutar el viaje que tengo y si en el camino alguien más encuentra felicidad, paz, superación o el mismo empoderamiento cercano a lo que yo he vivido, para mí es una satisfacción enorme. Creo que ver por tus sueños es la manera más fácil de contagiar a los demás y creo que con las cosas que estoy haciendo musicalmente, defiendo una parte de libertad que para mí ha sido importante y es posible que otra gente se identifique aunque la meta principal es purgar todo lo que siento como mujer, cantante y como alguien que está volviendo a empezar.

¿Cómo decidiste terminar tu etapa en Playa Limbo para iniciar algo por tu propia cuenta?
Con Playa siempre pude combinar varias actividades pero cuando vino la oportunidad de hacer “Guerra de Ídolos”, que implicaba un crecimiento y mi primer protagónico, donde alguien tuvo fe en mí como actriz y podía componer canciones además de interpretar a una cantante en una industria de hombres, era como un sueño hecho realidad. Me acerqué con mis compañeros y les planteé la situación, que por primera vez no iba a ser tan fácil alternarlo y aunque estaba la opción de que me esperaran, me parecía un poco egoísta pedirles que dejaran de trabajar por casi un año. Entre todos tomamos la decisión de que el grupo siguiera con otra cantante, me parece muy acertado el que hayan escogido a Jass, los veo muy contentos. El haber hecho la serie me abrió muchísimas oportunidades, por primera vez en trece años estoy escribiendo para mí, lo cual me llena de plenitud. Estuve en Estados Unidos estudiando actuación, cosa que no había hecho antes porque el grupo fue lo más importante siempre y aunque dejé muchas cosas por la banda, no me arrepiento, nos fue súper bien con “De días y de noches” y ahora que tengo una nueva oportunidad, he conocido gente increíble, productores como Motiff y compositores como Andrés Saavedra; hay planes para hacer una película el año que entra, actoralmente tengo una curiosidad enorme de seguirme preparando, hacer la serie fue de las mejores experiencias de mi vida; próximamente está por estrenarse en Netflix y creo que va a ser algo muy padre.

¿Qué tienes pensado hacer con tu carrera?
Estoy tratando de hacer algo que no había sido posible porque no cabía en Playa Limbo y creo que ahora sólo tiene que salir. Me encanta bailar y muchas de las cosas que estoy haciendo son para divertirse; el discurso tiene que ver con el empoderamiento, la libertad, el amor libre, las noches y la dualidad que tenemos los seres humanos con una parte que cumple con las reglas sociales y otra que las rompe; me gusta la parte que voy a mostrar, es un poco del lado “sargento” que tengo que va por la disciplina y la exigencia, también hay una parte de guarrez, de no caber en los estándares y ser irreverente. Quienes me han seguido de cerca han podido ver esta faceta, otros me ven como una figura femenina y delicada, pero yo creo que todos tenemos esa parte de sargento dentro de nosotros que sale en las noches o después de dos copas, quizá después de estar luchando y puede ser una parte interesante.

¿Sobre qué serán tus canciones?
Tengo canciones que hablan de la reconstrucción de nuestros pedazos porque creo que para podernos amar a veces tenemos que no amarnos, reconocer dónde estamos, las cosas que nos gustan y las que no, muchas de las que no nos gustan tienen que ver con el trato que nos permitimos más allá de lo que somos o no somos. Todo lo que tengo que decir parte de algo muy personal; hay cosas que he vivido que no me enorgullecen pero también forman parte de quien soy. 

¿Qué te ha costado más trabajo aprender y lo que más has disfrutado?
Creo que la actuación ha sido una de las cosas más complejas pero a la vez es muy divertida y dolorosa; al final, el arte tiene la finalidad de regresar la belleza y la beldad a la humanidad, de hacer que los seres humanos seamos mejores personas para reflexionar y encontrar inspiración para alcanzar nuestros sueños. El Pole dance también me ha costado mucho, me he topado con la confrontación de la gente, sobre todo mujeres que me dicen: -qué bueno que ya te estás dedicando al table porque era lo tuyo-, me hiere que exista una sociedad de mujeres que condenan a su propio género por querer buscar una apertura o por querer hacerse más fuertes. Una vez que vences las barreras de este deporte hay una sensación de vuelo, de no tener el peso de nada, de ser capaz de hacer lo que quieras, físicamente liberas endorfinas que te dan una sensación de satisfacción, te ayuda a aceptarte y a que tu amor propio crezca pero sobre todo, te ayuda a vencer tus miedos y limitaciones.

¿Tu familia llegó a decirte algo sobre practicar este deporte?
Mis papás siempre me han apoyado para hacer lo que haya estado en mi cabeza partiendo de la preparación pero mucho antes de conocer el Pole, había gente de mi familia que no aceptaba que fuera cantante de pop. El que cantara música comercial o me pusiera shortcitos para salir al escenario les generaba otra idea y al ser tan conservadores, de pronto se llegó a romper mi relación con las personas que más quería, como mi abuelo. No tuve la oportunidad de reconciliarme con él porque falleció pero hace un par de años me invitaron al homenaje a Chavela Vargas y canté con Eugenia León y Tania Libertad, creo que donde quiera que esté se sintió orgulloso de mí y entendió que nunca suelto las raíces que me dejó. En septiembre voy a cantar en un homenaje a Pedro Infante, creo que es una forma de regresar a mi abuelo y a toda la gente que me presentó a la música que hoy forma parte del para qué vivo y el por qué vivo.

Además de tu faceta como artista ¿qué otras cosas te gustaría hacer?
Estoy pensando en hacer una aplicación con tips de salud y también me encantaría abrir un espacio para educar a través de las artes a quienes no tienen la oportunidad de hacerlo porque estudiar no es barato, es algo que tengo planeado a largo plazo y espero que la carrera musical me lleva a poder tener esa facultad a nivel económico de crear una especie de asociación. Creo que empezaría con un programa de estudios y después encontraría un establecimiento para poderlo plantear a nivel físico.

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¿Cómo defines tu estilo?
Yo diría que muy relajado, me gusta explotar la parte femenina a partir de la sensualidad y que esa parte brote cuando te sientes a gusto, creo que a veces hay partes nuestras muy interesantes que se ocultan cuando estamos incómodas o cuando estamos vestidas y sentimos que estamos disfrazadas de algo que no somos pero cuando sientes comodidad, brota tu empoderamiento como mujer, el amor propio y la sensualidad que sale de manera natural.

¿En qué crees espiritualmente?
Creo en el poder del amor y el poder de la fe, todas las religiones y todos los íconos que rigen la fe humana están basadas en esas dos cosas. Creo que la fe mueve montañas pero la capacidad de tener ese amor propio para tener la fuerza y la fortaleza de cumplir los sueños, crean gente mucho más feliz en el mundo sin la necesidad de violentar o lastimar; si empezamos por esa parte tan pequeñita como el amor propio y la conquista de nuestros sueños, podríamos evitar tanta violencia. Para no verlo tan global, si empezamos por uno mismo, entenderíamos que lo que nos hace falta es mucho amor y el respeto hacia el prójimo. Hoy en día entiendo que los conflictos que tuve de niña a partir del bullying tenían que ver con las inseguridades de la gente que me estaba bulleando más allá de las mías; si como papás alimentamos el amor propio en nuestros hijos y la seguridad e impulsamos los sueños que tienen, no tenemos por qué verlos lastimar a otras personas, porque van a estar muy ocupados tratando de buscar su propia realización, así de importante creo que es y no sé si a veces lo entendemos lo grandioso que puede llegar a ser o lo que puede generar como un efecto mariposa, creo que esas dos cosas mueven al mundo, literal.

Con información de Revista OPEN

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