Para capturar la belleza de este escenario de Colorado Central, las Maroon Bells, no es necesario abusar de Instagram y sus filtros.
No hay manera de comprobarlo, aunque tampoco de dudarlo: los locales aseguran que estos dos picos en las Montañas Elk, de Las Rocosas, son los más fotografiados de Estados Unidos.
El primero se llama Maroon Peak y se eleva hasta los 4 mil 317 metros de altura. El segundo, North Maroon Peak, hasta los 4 mil 273 metros.
Este paraje de Estados Unidos está aproximadamente a 16 kilómetros al suroeste de Aspen, ese ex pueblo minero convertido en destino de esquí, famoso por su lujo y sus celebridades.
Curiosamente, llegar hasta este punto en invierno es toda una odisea.
Cerrados los accesos de autos y camiones, los aventureros se arriesgan usando vehículos de nieve, o bien, llegan practicando esquí a campo traviesa.
Ahora -en pleno verano- su inmensidad se refleja con simetría en el Lago Maroon, que ocupa una cuenca que fue esculpida por los glaciares durante la Edad de Hielo.
En la orilla, hay señores canosos que practican sin suerte pesca con mosca. Es inevitable aspirar una última vez el aire fresco del lugar, y disparar la cámara hacia las Maroon Bells, para llevarnos a casa esta obra de arte de la naturaleza.
Casi el paraíso
No hay que tener un cuerpo demasiado flexible para disfrutar de ésto: yoga, en la cima de la montaña, con olor a coníferas y lavanda, y el canto de las aves.
Tras ascender a bordo de una góndola, nos encontramos a 3 mil 417 metros sobre el nivel del mar, en la cima de la montaña Aspen, una de las cuatro elevaciones que -junto con Snowmass, Buttermilk y Highlands- han hecho de este destino uno de los mejores en cuanto a esquí se refiere.
Desde uno de los tapetes intentamos, con mayor o mejor fortuna, hacer las poses que nos pide la instructora de yoga. Lo que sí resulta fácil para todos es respirar hondo el aire frío, y sentirse en unión con la verde naturaleza.
