Lee la desgarradora carta de un fan a Conor McGregor

Llevo varios días pensando en escribirte después de lo que todo el mundo ha podido presenciar en tus cara a cara con Floyd Mayweather en Los Ángeles, Toronto, Nueva York y Londres.

Sentí vergüenza viéndote en televisión. Ese no era el joven luchador que se dio a conocer al mundo profesional de las artes marciales mixtas en la UFC el 6 de abril de 2013. Mucho has cambiado desde entonces. Recuerdo un chico ambicioso con la meta definida de llegar a ser el mejor en las artes marciales mixtas y pasar a la historia por ello. Con valores como la perseverancia, el trabajo, y la convicción conseguiste ser un modelo para mucha gente, dentro y fuera del octágono. Tus palabras acerca de visualizar el éxito para llegar a alcanzarlo, basadas en el libro El Secreto, sonaban como música para los oídos.

Demasiado ha variado tu discurso y los valores que transmites con el paso de los años, y esto pudimos comprobarlo francamente en los eventos junto a Floyd Mayweather un par de semanas atrás. ¿Viste los vídeos de tu actuación después de cada evento? Si no es así te recomiendo que lo hagas. Ojalá que después de verlos puedas compartir mi opinión, o al menos la comprendas. Te invito a pensar en la imagen que das, o dais me atrevería a decir. Floyd Money Mayweather desde luego tampoco se salva de la crítica. Lo mismo se le puede aplicar a él, coméntaselo el 26 de agosto si disponéis de un momento para hablar de humanidad después de la pelea.

Y ahora que nombro al money, este es uno de los temas que te quiero comentar. Conor, tú vienes de estar abajo del todo, de una familia humilde, de estar cobrando menos de 200 euros a la semana de la beneficencia para poder comer. Tú mejor que nadie has podido vivir y comunicar abiertamente en el pasado que la felicidad no nace de poseer muchos bienes, sino de estar rodeado de personas que te valoran.

Que no se es más o menos feliz dependiendo de la cantidad de dinero en la cuenta del banco, sino de la calidad de las relaciones personales. ¿Por qué ha evolucionado tu discurso a medida que alcanzabas la fama y un mayor poder adquisitivo? Ahora más que nunca tienes la oportunidad de comunicar ese mensaje a una audiencia mucho mayor, y la estás desaprovechando. Más aun, estás engañando al público, pequeños y mayores, con un mensaje equivocado.

Voy a serte sincero, soy un hombre de negocios, y el realizar importantes acuerdos comerciales siempre me ha motivado. Pero si hay una cosa que siempre he tenido claro a medida que crecía en el mundo profesional es que esto no debe ser el pilar principal de mi vida ni la de nadie. La vida es mucho más que todo eso.

En los últimos años tus palabras se han truncado por completo. Alejándote íntegramente de los principios que mantenías cuando comenzaste tu carrera, te enorgullece afirmar que tienes una obsesión con ganar y gastar dinero. Aprovechas cada momento para mostrar tus posesiones y hablar de los millones de dólares que vas a ingresar en cada paso que das. ¿Te das cuenta de la educación que estás transmitiendo?

Las ruedas de prensa y los cara a cara de las pasadas semanas fueron un constante intercambio de golpes por demostrar quien posee más, quien tiene los mejores coches o quien viste ropa más cara. Creía haber escuchado que éste iba a ser un combate de boxeo, no una lucha por demostrar quien “vale” mas. La vida no cobra sentido de manera proporcional a los dígitos que nuestra cuenta bancaria muestra.

El sentido de la vida y la felicidad están muy por encima de eso, y tu bien lo sabes. No confundas al mundo con tu actual mensaje erróneo, no te tomes esa libertad.

Mientras hablabas el día 11 de julio desde el escenario del Staples Center, 58.790 ciudadanos buscaban un sitio donde dormir en el condado de Los Ángeles, un número de personas sin hogar que se ha visto aumentado en un 20% en el último año. Esa gente está en una situación similar a la que tú estabas hace no más de cinco años, Conor.

¿Ya no te acuerdas? Debería daros vergüenza debatir quien tiene la cartera más abultada mientras se da esta situación en las calles. En lugar de transmitir un mensaje materialista centrado en abarcar más, deberíais educar hacia el donar y compartir cuando se tiene más de lo que uno necesita. Aprovecha tu impulso mediático para esto, y por ello serás aún más y mejor recordado. Es solo un consejo, un buen consejo, pienso.

¿Y qué hay del respeto al prójimo, Conor? ¿Dónde ha quedado éste? Si llegado a este punto aún no te has parado a ver la grabación de tus actuaciones junto a Floyd te recomiendo que te detengas y le des al play. ¿Has visto el lenguaje que usas? Tu discurso es apoyado por insultos y comentarios menospreciantes en cada frase y expresión. El porcentaje de tus seguidores que son jóvenes y adolescentes en edad de formación es bastante alto, y se someten a tu influencia. No sé qué sacaran de todo esto, pero desde luego el respeto y los buenos modales quedan desbancados.

Al contrario, este discurso solo provoca la intolerancia y el odio. Me daba pena ver a la hija de Mayweather en el escenario, no solo presenciando la pésima actuación de vosotros dos sino incluso haciéndose partícipe de la misma. ¡Vaya ejemplo a seguir! El 8 de noviembre de 2016 fue elegido Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos que trajo posiblemente las enseñanzas más criticadas en la historia de la política del país de los 50 estados. No creo que lo que estáis mostrando tú y Floyd en el escenario sea menos tóxico que lo que sale de la boca de Trump en muchos casos.

Y no me digas que la esencia del boxeo es todo lo que en estos párrafos estoy criticando. Tengo la suerte de poder asistir a clases de kickboxing frecuentemente aquí en Vancouver donde resido en la actualidad y lo último que inducen nuestros instructores es un sentimiento de superioridad o rebeldía. Todo lo opuesto, nos educan a la disciplina desde la humildad y el trabajo duro, dejando los egos en la puerta, para fomentar habilidades personales como la confianza en uno mismo, el compañerismo, la ambición y el afán de superación.

Sin embargo, tu creas un ambiente de tensión y falta de respeto que provoca situaciones como la sucedida unos días atrás en Londres, donde seguidores tuyos acosaron a la novia de Mayweather hasta el punto de destrozar las ventanas de su casa. No, esto no forma parte del mundo del boxeo, y tú has estado ensuciando este deporte en estas últimas semanas con tu forma de actuar.

Conor, con esto ya termino. Te he escrito esta carta porque me preocupa el rumbo que está tomando la sociedad, y personas en tu posición tienen la posibilidad de cambiarlo. Te invito a pararte un segundo a pensar en tu poder de influencia y el uso que le estás dando. ¿Crees que estás ayudando en la labor de crear un mundo mejor? ¿Qué valores estás transmitiendo? ¿Cómo están siendo influenciadas las nuevas generaciones tras exponerse a lo que predicas?
Me despido.