Pavel Unda
De la Redacción
Vicente Fernández, quien dijo que se retiraba de los escenarios con el concierto que dio el pasado mes de septiembre en el Estadio Azteca, parece que se encuentra nostálgico y extraña los aplausos de su público, además para él, su pasión más grande siempre ha sido cantar, es por eso que en su rancho Los Tres Potrillos, aprovecha la visita de la gente que llega a visitarlo, para deleitarla con las canciones que lo convirtieron en un ídolo.
“Tomamos un tour de esos que van a Chapala; incluye un recorrido por el rancho, el chofer nos dice que es de suerte si te toca, porque es propiedad privada y hay veces que está enfermo, o está dormido, nosotros nos esperamos una hora”.
“Cantó Acá entre nos y El Rey, tú le gritas y él te canta. Íbamos en camión, pero hay gente que renta taxi, éramos como 80 o 100 personas”, dice para Diario Basta!, Liliana Morales, fanática de Chente.
La enamorada de la música del también actor, narra emocionada su encuentro con el cantante: “Él está sentado en una banquita y puedes tomar fotos con él. Todo es muy rápido, es súper sencillo y bien humilde. Nos dijo: ‘están es su casa, porque ustedes me ayudaron a pagarla’. Dicen que a veces canta, a veces no, nosotros tuvimos la suerte de que nos cantó seis canciones. Te da beso y abrazo, hasta se deja apapachar”, confiesa la feliz mujer.
El año pasado, Vicente Fernández tomó la decisión de cerrar la entrada a su propiedad, a los tours turísticos, los cuales se aprovechan de la gente, cobrando por ingresar al lugar, pese a que el artista no pide ni un peso. Aunque su amor por los fans ha provocado que siga atendiendo a los fans que siguen llegando, hasta Los tres potrillos, a demostrarle su admiración y cariño.