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24 noviembre, 2024

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Aminora las molestias

Las molestias musculares que se presentan luego de una carrera o entrenamiento largo suelen ser un calvario para muchos corredores.

Estas molestias se deben a una condición que se conoce como dolor muscular de aparición tardía o DOMS –sigla en inglés de Delayed Onset Muscle Soreness–, que es el resultado de lesiones musculares microscópicas producidas por el ejercicio.

Esta condición ha dejado a un lado la creencia de muchos corredores de que ese dolor lo produce la acumulación de ácido láctico que se produce a lo largo de la carrera.

Si bien es cierto que al aumentar la intensidad de la carrera se incrementa la generación de ácido láctico, hasta que llega el punto en que el oxígeno que es inhalado es insuficiente para producir la energía necesaria para correr, y ese ácido se junta en los músculos que trabajan.

Los efectos de esa acumulación son pesadez, ardor y calambres, con la consecuente baja de rendimiento.

Es una de las principales causas de la fatiga.

El fisiólogo sudafricano Ross Tucker, autor del libro “El Cuerpo del Corredor”, descarta que el ácido láctico sea el causante del dolor muscular posterior a correr.

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El DOMS, indica Tucker, es la reacción del organismo a un nivel de esfuerzo superior al que está acostumbrado, y se presenta cuando ocurre un cambio importante en la intensidad o el volumen del entrenamiento.

El tratamiento del DOMS, preventivo o correctivo, es diferente de lo que debiera ser la manera de tratar una acumulación de ácido láctico.

Lo más indicado es el descanso, asegura el fisiólogo, evitar todo tipo de esfuerzo mayor, ya que la fuerza de los tejidos lastimados disminuye de manera importante durante esa fase y los hace más propensos a sufrir una lesión.

Atiéndelas

Estas molestias son el inicio del proceso de reparación de los daños musculares. Sigue estos consejos:

Hidratarte.
Estar bien hidratado es una de las mejores defensas contra todo tipo de lesiones. Bebe dos litros de agua a diario.

Aliméntate bien.
Asegúrate de incluir proteínas, carbohidratos y grasas. Aumenta la cantidad de carbohidratos en los días previos a las sesiones largas de entrenamiento. Un músculo bajo en glucógeno es más vulnerable.

Duerme.
La falta de sueño dificulta los procesos de recuperación y estarás fatigado en las siguientes sesiones. Duerme 8 horas por las noches.

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Calienta.
Todos los grupos musculares deben entrar bien en calor antes de hacer esfuerzos importantes. Dedica de 10 a 15 minutos a girar articulaciones y trotar ligero antes de correr.

Enfría.
Esta fase da inicio a la recuperación activa. Trotar suave al final del entrenamiento intenso ayuda a disminuir las molestias.

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