Tan pronto se avista el Mar de Cortés en el horizonte -cuyo azul cobalto contrasta con el color arena del desierto-, las sonrisas se asoman y la tensión acumulada desaparece.
Si bien Los Cabos se ha ganado un lugar en el corazón de los viajeros gracias a las experiencias personalizadas de sus resorts de lujo, al ambiente fiestero de Cabo San Lucas, y a la atmósfera artística que envuelve a San José del Cabo.
En Los Cabos, los tours acuáticos y de aventura que integran la propuesta recreativa, permiten mantenerse muy activo durante las vacaciones.
Además, muchos hoteles tienen modernos gimnasios y están situados a pie de playa: no hay nada como correr sobre la arena a primera hora de la mañana, para quemar calorías.
En los recorridos no falta un paseo por la famosa formación llamada El Arco, que se ha convertido en todo un ícono del destino. Luego llegar frente a alguna playa calmada como la de Santa María, que es refrescante y clara, tanto que es sencillo observar coloridos peces tropicales.