Julio César Chávez dijo que si él fuera Presidente o Gobernador ya habría propuesto la pena de muerte a delincuentes, o en su caso propondría quemarlos vivos frente a toda la sociedad.
"Si yo fuera Presidente de la República o Gobernador yo hubiera implantado una ley de que a todos los secuestradores, a todos los violadores, que les dieran pena de muerte, que los quemaran vivos frente a toda la sociedad para que fuera un escarmiento para todos esos cabrones, rateros, matones, que se dedican a quitar vidas inocentes", apuntó el ex campeón del mundo en una conferencia de prensa celebrada en Culiacán, Sinaloa.
Chávez acudió ayer al sepelio de su hermano Rafael "Borrego" Chávez, quien fue asesinado el domingo pasado en su domicilio ubicado en la colonia Gustavo Díaz Ordaz de Culiacán en un asalto según la Fiscalía General del Estado.
"Todos corremos peligro, pero la vida tiene que seguir, esto no fue una venganza, fue un pinche ratero. No es un ataque a la familia Chávez, que quede bien claro.
"Yo quisiera que nos uniéramos todos y esta clase de gente, violadores, que te matan a sangre fría, de qué te sirve meterlos a la cárcel, si salen a los dos o tres meses, eso no, sería con todo respeto quemarlos vivos delante de toda la gente para que sufrieran los cabrones y no volvieran a cometer esas pinches pendejadas", expresó.
El "César del Boxeo" confió en que el asesino esté tras las rejas y advirtió que se encargará de que nunca salga de prisión.
"El que disparó fue uno. Uno se quedó afuera y el otro entró. Hay seguimiento, pero no les puedo decir más", advirtió.
