Gabriel Soto comparte lo afortunado que se siente porque Dios le dio como hijas a unas niñas maravillosas, las cuales cambiaron su vida desde sus nacimientos. De igual forma nos da a conocer de que manera las educa para llevarlas por el camino del bien, y como son sus celebraciones del Día del Padre.
¿Cómo eres de papá?
Como papá soy consentidor.
Me derriten mis hijas cada que me piden algo. Trato siempre de ser un papá muy amoroso, de inculcarles la cuestión de una buena educación.
¿Qué significan para ti tus hijas?
Son mi todo, mi vida entera, mi motor, mi mundo. Me siento orgulloso y agradecido con Dios por haberme dado como hijas a dos pequeñas maravillosas e inteligentes.
Las amo.
¿Cuándo nace tu primer hija como cambió tu vida?
Radicalmente.
Cuando eres papá primerizo te cambia completamente la vida.
Es otra perspectiva completamente.
Te hace dejar de vivir para ti, empiezas a vivir para ellos.
¿Qué le aconsejas a tus hijas?
Trato siempre de aconsejarles que sean felices, que busquen la felicidad.
Que le den el verdadero valor a las cosas. Que se sientan libres, siempre por el camino del bien.
¿Cuál es el momento más divertido que ha pasado con ellas?
Definitivamente los viajes que hemos realizado juntos.
Heredó la disciplina de su papá
Al cuestionarle como fue educado en su niñez y juventud por su padre, el señor Francisco Soto-Borja, con quien mantiene una relación muy afectiva y de quien asegura aprendió el ser una persona responsable y sobre todo trabajadora, el también empresario deportivo nos compartió: "Mi padre conmigo fue un poco duro, disciplinado. Siempre enseñándome el buen comportamiento.
Fue muy exigente en plano escolar y deportivo. Me enseñó a ser un hombre de bien".
(Fabiola Albarrán)