Nadal sigue intratable en Roland Garros. El tenista balear se planta en cuartos de final tras superar en tres sets a Roberto Bautista (6-1, 6-2, 6-2)
En Roland Garros, desesperados en la búsqueda de tenistas locales que entierren la maldición (sin títulos desde Yannick Noah, en 1983, y Mary Pierce, en 2000), sigue ondeando la bandera de España, excelentemente representada por Rafael Nadal y por un listado de raquetas que dignifican la tierra batida. De siempre, el tenis nacional se ha desarrollado a las mil maravillas en esta superficie y París es sinónimo de éxito, con un puñado de títulos de los que presumir.
Efectivamente, Nadal es aquí el rey, empeñado en instalarse en el infinito con su décimo mordisco, pero esta vez le acompañan otros cuatro compatriotas en los octavos de final de Roland Garros, que además cuenta con las buenas maneras de Garbiñe Muguruza y Carla Suárez en el cuadro femenino. A mitad de camino, la cosa marcha.
Solo en 1998 hubo tantos españoles con vida en el torneo masculino a estas alturas. Fueron seis, y ayer pudo igualarse la marca, aunque lo cierto es que Feliciano López apenas pudo hacer nada ante Marin Cilic (6-1, 6-3 y 6-3). De este modo, la alegría llevó la firma de Fernando Verdasco, que ofrece estos días la cara buena y que destrozó a Pablo Cuevas (6-2, 6-1 y 6-3), asombroso el nivel del madrileño estos días. Verdasco, peligrosísimo cuando juega en este plan, vive un proceso de regeneración en este 2017 interesante, necesitado de algún premio para justificar su evolución. En su estreno parisino eclipsó a Alexander Zverev y aterriza por sexta vez en los octavos de final de este Grand Slam, una ronda todavía por superar.
Nadal-Bautista
Convive con otros españoles que prolongan la hegemonía, respondiendo al debate sobre el estado del tenis nacional con resultados. Por descontado, está Nadal entre los elegidos, feliz como una perdiz ayer por las instalaciones de Roland Garros mientras soplaba velas por su 31 cumpleaños. Después de abarrotar la pista durante su entrenamiento, le regalaron una bolsa del torneo, un carrete para pescar y otros obsequios antes de compartir el dulce, posar amistosamente con todo aquel que le reclamara y desplazarse con su equipo a ver tranquilamente la Champions.
Nadal se mide hoy a Roberto Bautista, que tiene su peligro y que se adapta a cualquier circunstancia. Cuando la quinta de Nadal se apague, Bautista debe asumir ese vacío, sin olvidar que ya tiene 29 años pese a su tardía eclosión. Tiene un título en lo que va de temporada (Chennai) y es el 18 de la ATP, con mimbres de sobra como para acercarse al top 10. Además, le avala su regularidad.
También están en el orden del día Pablo Carreño y Albert Ramos, dos secundarios con aptitudes de sobra como para pensar en dar un paso más. Carreño, 25 años y 21 de la ATP, tiene enfrente a Milos Raonic, menos fiero en esta superficie. Ramos, por su parte, pone a prueba Novak Djokovic, que sigue a vueltas con la búsqueda del viejo Djokovic.
Y hay dos españolas en el cuadro femenino, notable la actuación ayer de Carla Suárez para alcanzar los octavos de final. La canaria derrotó por un doble 6-4 a Elena Vesnina y se cruza mañana con Halep. Mientras, Garbiñe Muguruza tiene hoy un examen emocional ante la francesa Kristina Mladenovic. La hispanovenezolana, que defiende corona, descubre su mejore versión desde la exigencia de la reconquista.