México es el país más turbulento de Latinoamérica al ubicarse en la posición 142 de 163 países evaluados en el Índice Global de Paz.
De acuerdo con el estudio, elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), en 2016 la tasa de homicidio doloso aumentó 18.4 por ciento y 61 por ciento de estas muertes se cometieron con un arma de fuego.
En contraste, la tasa de delitos con violencia sigue disminuyendo por quinto año consecutivo; 9.2 por ciento en comparación con el año previo, mientras que la calificación nacional de presos sin condena mejoró 3.2 por ciento, por primera vez en seis años, lo que probablemente sea un avance derivado de la implementación del nuevo sistema de justicia reformado de México.
La tasa de crímenes de la delincuencia organizada se mantuvo prácticamente igual, después de tres años de mejora sustancial. Sin embargo, las mejoras en cuanto a delitos con violencia, delincuencia organizada y presos sin condena no bastaron para evitar un declive de la calificación general de paz en México.
El 2016 es el primer año en que el país mostró un retroceso desde la mejora en 2012. Yucatán fue el estado más pacífico de México en 2016, seguido por Nayarit, Tlaxcala, Hidalgo y Coahuila. La región del sur de México ha sido típicamente más pacífica que la frontera norte y la costa del Pacífico, Yucatán sobresale ya que la evaluación señala que su índice de paz es dos veces superior al promedio regional.
Durante 2016, el estado obtuvo una calificación excepcional en los indicadores de homicidio y delitos con arma de fuego, con la tasa de homicidio más baja del país. Mientras que la tasa de homicidio nacional alcanzó 16.8 muertes por 100 mil habitantes, la de Yucatán fue de 2.8.
El estado de Nayarit obtuvo el segundo lugar por ser la entidad con mayor progreso este año y el anterior. Sin embargo, las preocupaciones sobre la veracidad de los datos oficiales de incidencia delictiva en el estado cuestionan su posición en el Índice.